domingo, 12 de mayo de 2013

PINCELADAS: El libro de los abrazos


Una recopilación de prosa –poética, en ocasiones– de Eduardo Galeano.


Pequeñas historias sobre el mundo y los que lo habitamos, al estilo de los microrrelatos que ahora se han puesto de moda, pero con más enjundia.

Extrañamente ilustradas por el autor, lo que no afecta a la lectura pero le da un toque más exótico, de selva y Quiroga. Algunos párrafos parecen greguerías.

El hecho de que den la sensación de haber sido escritos sin esfuerzo es su mayor atractivo. Se pueden releer una y otra vez. Se han de releer al menos una vez. 


El amor, la valentía, la bondad o la belleza se pasean libremente por las páginas de un libro que me compré yo pero me dedicó la amiga que me lo recomendó: escribió en la última página con tinta verde. Lo mojamos sin querer, con una copa derramada, una tarde larga en La Latina, y eso lo ha hecho especial.

Lugar mágico al que acudir para leer algo parecido a la poesía y el aforismo pero que se entiende mejor, como si estuviera escrito para un niño ingenioso.

Los diminutivos y latinoamericanismos provocan calidez y nostalgia por lo que alguna vez amamos, y si no, por lo que nos gustaría amar. Es, de hecho, una lectura que te hace amar el mundo y creer en la humanidad aunque con cautela.

La sensación mientras lo lees es la de que todo lo que te rodea tiene más sentido del que parece, y te entra una alegría melancólica que te transporta al pasado que nunca tuviste.

Léelo si estás pasando una época de sequía literaria y quieres balancearte en la lectura sin demasiado esfuerzo pero con grandes resultados para el corazón y la memoria.

El momento: En el transporte público tras un día duro, después del que necesitas despejarte la cabeza. O en un barecito o café mientras esperas a que llegue, en un rato aún largo, tu cita. Tienes tiempo, pero no todo el del mundo.

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