viernes, 23 de mayo de 2014

El chico con color

Escribe Murakami una novela colorista cargada de optimismo a la que sin embargo se le podría achacar cierta jovialidad simple. De acuerdo. Pero funciona. Devoro el libro con la sensación de frescor de esta primavera cargada de sobresaltos climatológicos y cambios de humor.

Hay lecturas que nos vienen bien para un momento de nuestras vidas. Otras no encajan. He tenido grandes fracasos lectores en momentos en los que un texto no me ha funcionado, y cuando he vuelto a repetir la lectura en otra ocasión de mi vida, sí ha encajado.

Con Murakami casi siempre hay exceso de ligereza en el estilo, pero ahora me lo encuentro también en la trama. Los años de de peregrinación del chico sin color es una novela que cuenta una historia sencilla que funciona en este momento de mi vida, no puedo explicarlo de otro modo.


Tsukuro Tazaki, el protagonista, tras unos años queriendo morirse, se propone olvidar un momento de su juventud doloroso y acaba viajando a la otra parte del mundo para encontrar explicación a su dolor. Una falsa violación, una muerte irreparable y una vida construyendo estaciones de ferrocarril son elementos clave en el texto, que no contiene, a pesar de lo que pueda parecer, una especial intriga ni excesiva emoción al uso de la novela policiaca. No hay un caso que nos mantenga atentos a su resolución, lo que sucede en la novela es la vida misma y al final todo resplandece y toma color, incluido el chico sin color pintado por Murakami.

Perfecto para el fin de semana.


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